Una tarde por Verona

Que decir sobre Verona sinceramente, no sabría por donde empezar, así  que lo haré por el viaje de ida y todo lo que pasó.

Cuando decidimos ir a Verona no habíamos planeado nada en concreto, es decir, ni horario ni nada de eso, de todas formas quedamos a una hora en la estación para coger los billetes, yo fui el primero en llegar que raro, por lo que me toco esperar, al ver que no llegaban me fui a fuera para tumbarme en el césped. Por fin llegaron y claro el tren barato no salía hasta las 13:55 y como era pronto, bueno pronto la hora de comer en Italia decidieron ir a una pizzería. Yo como no quería gastar dinero me fui a casa tranquilamente a comer. 

Ya era hora de salir para la estación, pensaba que yo no llegaría pero todo lo contrario llegue antes que ellos a pesar de que estaban mas cerca. Cuando llegaron, que fue tarde como no, ya habíamos perdido ese tren y teníamos que esperar al siguiente que era a las 14:30, bueno no había que esperar tanto, pero me fastidiaba que siempre llegaran tarde. Ay se me olvidaba no os he dicho quienes vinieron, que tonto por mi parte, estábamos, Henry, Abel, Luis, Saray, Natalia, Andrea y yo. Para quienes no sepáis quien es Andrea es una amiga de Abel de España que vino a visitarle durante un par de días. 

Cuando estábamos ya en tranquilos, nos pusimos un poco a fastidiar a Saray, ya que ella era la única que no había comprado el billete. Después de decirle muchas veces que viene el revisor de coña, al final acabo viniendo y le toco pagar 10 euros. Una pena la verdad pero hasta ella se lo dice a si misma que es gafe, y aun así no lo compra, la suerte no siempre nos sonrie. Pero tranquilos no paso nada grabe, solo que de esta experiencia nos vamos a acordar siempre.

Ya por fin llegamos y Verona no era lo que me imaginaba sinceramente, pero tampoco era feo ni nada solo que no me lo esperaba así. De todas formas me lo pase muy bien, nos tomamos un batido, nos hicimos alguna que otra foto, andamos bastante, pero estuvo muy bien.